Era demasiado tiempo sin pisar la montaña, así que nos liamos la manta a la cabeza y nos fuimos para el Calar.
La ruta era clara: ir al Mentiras, que nos lo dejamos a medias con los críos y las cosas hay que acabarlas. Y nos encontramos con un panorama algo complicadillo.
Desde aquí agradecemos a los que el sábado abrieron camino y nos ahorraron mucho esfuerzo. Que es que el hielo nos complicó mucho las cosas al final. Y de nuevo renunciamos a subir al Mentiras, aunque sí que lo hicimos al Pico Bandera (1896 m.). Algo es algo.
Nuestra subida al Mentiras es como siempre desde Los Prados subiendo por el jorro, por las crestas y La Molata del Imperio. Más larga, más dura, pero más hermosa. Son unos 600 m. de desnivel.
La subida por el jorro tiene una pendiente importante y más de una vez falta el aire.
Aquí se puede ver bien la pendiente por la que hay que subir.
En estos primeros tramos la nieve no molestaba, ni tampoco el viento. Fue al saltar a la Molata del Imperio cuando éste empezó a dar fuerte y a molestar lo justo.
Acercándonos al Mentiras el frío se hizo notar cada vez más y el viento se decidió a molestar de verdad.
Tuvimos que improvisar el almuerzo en un saliente en el camino que no ayudaba mucho, la verdad.
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